Tríptico

INFORMACIÓN

JUAN-ALFONSO GARCÍA

Año de composición: 1990

Número de catálogo: JA-414

DETALLES:

PREFACIO

A finales de febrero de este año me telefoneó Patrick Neadows ofreciéndome la posibilidad de componer una obra para ser estrenada por la Orquesta de Cámara de Granada en su concierto inaugural. Me daba un mes para la entrega de la partitura, a fin de tener suficiente tiempo después para su correcta interpretación.

Andaba yo por entonces metido en la revisión de unos escritos sobre Falla. Esta circunstancia condicionó, posiblemente, que se me ocurriera hacer una obra con incrustaciones musicales de Falla y de mi maestro, Valentín Ruiz-Aznar. La cita de Falla está tomada del Concerto, compases 120-128 del primer movimiento (las partes del Clave y del Violín), que vienen a ocupar los compases 85-89 de la sección central de este Tríptico. También está tomado del Concerto el tema sobre el que se basa su primer movimiento, la canción castellana del siglo XVI “De los álamos vengo, madre”; pero en este caso, claro está, la cita no es de Falla. Por lo que respecta a mi maestro, tomo el comienzo y el final de su Villancico del Rey Negro, compuesto en 1948 y dedicado “a la santa memoria de Manuel de Falla”. Esta cita ocupa los compases 36-57 y 90-107 de la sección central de este Tríptico. En ambos casos (el de Falla y el de Ruiz-Aznar) era obligado hacer versión para orquesta de cuerda.

La cita gramatical es harto frecuente en el discurso hablado y escrito. Pero aún es infrecuente en el discurso musical. Y hasta se llega a confundir con el plagio o el desacierto. Desde luego, cuando abro comillas, y hasta cerrarlas, cito literalmente: sin alterar la idea original ni añadir a ella propios comentarios. He seguido en esto un procedimiento que el propio Falla utilizó de modo ejemplar. En este caso, además, es una forma de auto confesión: Ésta es mi identificación. Pertenezco a esta estirpe. Valoro mis raíces. Las reconozco.

Las secciones primera y tercera de este Tríptico son auto cita de obras escritas originalmente para órgano; la novedad, en este caso, es la versión para orquesta de cuerda y la incorporación a este Tríptico. Probablemente, la premura del encargo condicionara la decisión.

Me ilusiona que, a través de esta obra mía, unos compases de mi maestro suenen por primera vez en un concierto del Festival de Granada. Será una forma, insignificante, ciertamente de reparar lo que es un descuido, o un olvido, que cada año que pasa es mayor y menos explicable.

Advierto, finalmente que las tres secciones o estampas, de que consta este Tríptico son interpretadas sin interrupción alguna.

Granada, 28 de marzo de 1990.

Juan-Alfonso García.